Varias áreas de Ourense y Lugo habrán perdido en el inicio de la próxima década un cuarto de su población
Todas las comarcas de Galicia perderán población desde hoy hasta el 2023 (?¿), salvo el área de la ciudad de Pontevedra. El negro diagnóstico demográfico trazado para el conjunto de la comunidad, que perderá en los próximos diez años 147.752 habitantes, marcará también pues el destino de prácticamente todas las áreas territoriales de Galicia, según las proyecciones poblaciones presentadas hoy por el Instituto Galego de Estatística (IGE). El área de Ferrol, en la que se integra a las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal, será en números absolutos la que más residentes se estima ceda en el plazo analizado, al bajar su población en 20.393 personas, según las proyecciones realizadas y que le dejarán al área de la ciudad coruñesa con 179.673 habitantes, perdiendo así el escalón de las zonas de la comunidad con más de 200.000. Proporcionalmente la caída poblacional será incluso mayor en el área denominada como Ourense sur, que verá menguado su censo en un 18,85 %, al bajar en 16.638 integrantes y quedarse por tanto en 71.438. Lugo y Vigo, dos de los polos que hasta hace poco seguían absorbiendo movimientos poblaciones de sus entornos, son perfilados en la citada proyección como áreas de bajada para los dos próximos lustros, al preverse la caída de la capital lucense en un 5,7% y la de Vigo en un 2,9. A Coruña y su entorno cederán un 1,3 de su actual volumen de población, Ourense un 1,4% y Santiago un 0,4%. Pontevedra, con toda su comarca, es la única que registrará un crecimiento, aunque muy ligero al estimarse que solo sea de 553 nuevos vecinos respecto a la actualidad y tras perder habitantes desde el 2019.
Las proyecciones presentadas hoy dibujan también una auténtica hecatombe demográfica en las áreas de A Baixa Limia, Celanova, Trives, Caldelas, A Fonsagrada y O Ribeiro, que perderían más de un cuarto de su actual población.
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